La EHF ha comunicado que ha desestimado la queja que había presentado el Industria Kielce a raiz de la decisión arbitral en los últimos instantes del partido de EHF Champions League ante el SC Magdeburgo que llevó el partido a los penaltis.

El equipo polaco, que se había quejado airadamente en el partido por el golpe franco señalado a falta de cuatro segundos cuando Karalek había recibido el balón solo en los seis metros, presentó una queja alegando que se había beneficiado al infractor al no conceder la continuidad a la jugada y pitar el golpe franco con el que terminó el tiempo reglamentario.

La federación europea ha indicado que se trata de una observación de la pareja arbitral en el transcurso del partido que entra dentro del reglamento de la EHF y de la máxima competición europea, por lo que considera que no es una acción revisable ni sujeta a protestas. Por tanto la rechaza por ser inadmisible.

En la información enviada por la EHF al Kielce se aclara que Dani Dujshebaev había recibido una falta en el minuto 59:56 por parte de Magnus Saugstrup que los árbitros habían señalado como golpe franco, por lo que no se entra a valorar más la acción.

Una decisión evidente viendo el historial de la EHF con las protestas de los clubes por errores arbitales en los últimos años, en los que siempre se esgrime que son decisiones arbitrales tomadas in situ en el partido y que no se valoran