El mal resultado de Polonia en el reciente Mundial de balonmano, vigesimoquinta posición, y los sonados problemas extradeportivos en la cita mundialista han supuesto la destitución de Marcin Lijewski como seleccionador a pesar de tener contrato hasta 2028.

Primera decisión crítica y muy complicada del nuevo presidente de la federación polaca Slawomir Szmal desde que tomara el cargo en noviembre y no solo en el plano deportivo. Szmal y Lijewski son dos de los mayores exponentes de la generación de oro del balonmano polaco que irrumpió a mediados de los 2000, amigos, y compañeros durante muchos años.

A pesar de que el nivel del balonmano polaco ha bajado mucho y está lejos de la élite, los resultados de Marcin Lijewski al frente de Polonia no han sido buenos. Tanto en el Europeo de 2024 como en el Mundial de 2025 ha sido eliminado en primera fase, y solo ha conseguido una victoria y un empate respectivamente.

Más importante que los resultados deportivos han sido los problemas extradeportivos surgidos en la cita mundialista y que hacían la situación insalvable. El estrella del PSG Handball Kamil Syprzak abandonó la concentración polaca en el Mundial sin permiso del staff técnico mientras disputaban la irrelevante Presidents Cup para definir las posiciones del 25 al 32, y fue sancionado por la federación.

Terminado el campeonato hubo un cruce de declaraciones entre Marcin Lijewski y el central del Kielce Michal Olejniczak a raiz de unas declaraciones del ya exseleccionador en el que relevaba que Olejniczak solo jugaba en defensa porque no estaba en condiciones de jugar en ambos lados del campo. Algo que fue negado por el jugador del Kielce en un comunicado.

Una situación insostenible que ha teminado con Slawomir Szmal tomando la decisión de destituir a su amigo Marcin Lijewski y empezar la búsqueda de un nuevo seleccionador nacional, que podía ser extranjero.

De cara a los dos próximos partidos de clasificación para el Europeo 2026 en marzo será Michal Skórski, segundo de Lijewski, el que se haga cargo de la selección polaca.