Si algo sabíamos antes de los Juegos Olímpicos era que iba a ser la última competición internacional de selecciones que iba a disputar David Barrufet, al que se le puede considerar ya un mito del balonmano español. Pese al mal sabor de boca por no llegar una final que era asequible, el bronce conseguido no deja de ser una gran despedida para el capitán de la selección tras casi 20 años defendiendo al equipo nacional. Solo pensando en David, no sería justo terminar sin un metal. 270 internacionalidades, un mundial(Tunez 05), dos veces subcampeón de Europa(98 y 06) y dos bronces olímpicos(Sidney y Pekin) nada más y nada menos. A parte de su calidad y sus títulos hay que destacar también su profesionalidad, implicación, carácter, su pasión en una cancha de balonmano etc. siendo un capitán perfecto y un señor de los pies a la cabeza. Aunque en la selección ya no le veremos más en Barcelona aun disfrutarán de su presencia un año más como poco. Gracias por todo Don David
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