El meta navarro Sergey Hernandez ha vuelto a ser decisivo en la importantísima victoria del Magdeburgo en cancha del Flensburg-Handewitt por 29-32 que deja a los de Bennet Wiegert muy bien posicionados para alzarse con el título de Bundesliga.

Las 10 paradas en la primera mitad, 14 en total, de Sergey Hernandez han permitido al Magdeburgo marcharse al vestuario con cuatro goles de ventaja, 15-19, y aguantar el resultado en la segunda parte pese a los esfuerzos del equipo local con un gran Lasse Moller, si bien los de Krickau han acusado mucho la baja del danés Simon Pytlick por lesión.

El meta navarro se está mostrando intratable en los tres encuentros que ha disputado desde que el suizo Nikola Portner fue apartado del equipo por posible dopaje, todos ellos de gran importancia para Magdeburgo. El fin de semana pasado brilló en la Final Four de la Copa de Alemania, tanto en semifinales como en final para alzarse con el título, y lo ha vuelto a hacer en el partido más importante que le restaba a los Wiegert este año en Bundesliga.

Magdeburgo encarrila el título a pesar de la exigua ventaja sobre Füchse Berlin

La gran victoria en cancha del Flensburg deja al Magdeburgo como líder y máximo favorito al título de Bundesliga a pesar de que su ventaja con el Füchse Berlin es mínima, de tan solo un punto a falta de los seis últimos partidos.

La clave está en el calendario restante, la salida a Flensburg era el último partido realmente complicado de los de Wiegert esta temporada. Los seis partidos que le restan al Magdeburgo son muy cómodos, ante equipos de la zona media y baja, recibiendo a Leipzig en casa y con la única salida complicada ante un flojísimo Rhein-Neckar Löwen.

En cambio el Füchse Berlin, un equipo mucho más corto en rotaciones, afronta un calendario muy duro las próximas semanas jugando contra el cuarto, quinto, sexto y séptimo clasificado de manera consecutiva. Esta semana reciben la visita de un THW Kiel en plena lucha por la tercera plaza, y la semana que viene visitan la cancha del MT Melsungen.

La distancia es corta y cada partido de la Bundesliga es complicado, pero Magdeburgo lo tiene todo de cara.