El Orlen Wisla Plock se ha proclamado campeón de la Orlen Superliga polaca tras derrotar también al Industria Kielce en el segundo partido de la final, de nuevo decidido en la tanda de penaltis. El equipo de Xavi Sabaté logra su octavo título de liga y rompe la racha de doce titulos consecutivos que había conseguido su gran rival desde 2011.

Todas las rachas tienen un final y Wisla Plock ha conseguido por fin romper la hegemonía del Kielce en el balonmano polaco, lo que permite a Xavi Sabaté, Niko Mindegia, Abel Serdio y Gonzalo Pérez Arce lograr su primer título de liga.

Un partido similar al primero, con Wisla Plock empatando el encuentro con el reloj a cero para forzar los penaltis y llevarse el partido en la tanda. Esta vez ha sido el joven talento húngaro Gergo Fazekas el que batía a Wolff desde los 9 metros para poner el 20 iguales.

A diferencia del pasado domingo, que finalizó con un exiguo 2-1, la tanda de penaltis se ha ido hasta la segunda ronda y el croata Mirko Alilovic, cuestionado por su rendimiento toda la temporada, ha sido de nuevo decisivo al detener el lanzamiento de Dylan Nahi y poner el 8-7 definitivo que valía el título de liga para su equipo.

Una final que ha hecho honor al sobrenombre de "Holy War" que reciben los partidos entre los dos dominadores del balonmano polaco, defensas dominantes, mucha dureza y tanteadores de otra época. 22-22 el primer partido, 20-20 el segundo.

Doce años ha tardado Orlen Wisla Plock en romper la racha del Industria Kielce en liga. A pesar de haberle ganado varias veces la copa, los de Xavi Sabaté no habían podido dar el paso definitivo en la liga, y eso que habían estado muy cerca varias veces.

La liga y la copa han caído este año de lado del equipo de Xavi Sabaté, un doblete muy valioso que además les otorga plaza directa en la EHF Champions League 24/25 y será el Kielce el que deba recibir una invitación de la EHF.

Polémica arbitral en la final y quejas del Kielce

La final de la liga polaca ha dejado bastante malestar en el entorno del Kielce, que se ha quejado de las decisiones arbitrales los últimos días y del trato de favor hacia el Wisla Plock. Señalando también que el nuevo patrocinador principal de la liga polaca, Orlen, es el mismo que el de su máximo rival.

El primer partido de la final acabó con mucha polémica por el gol de lanzamiento directo de Kiryl Samoila que envió el partido a los penaltis cuando Kielce ganaba por 21-22. A diferencia de lo que sucedió en el pasado Europeo con el lanzamiento de Elohim Prandi, en esta ocasión la pareja arbitral sí revisó el vídeo y dio por válido el gol.

Una decisión incorrecta porque al igual que hizo el francés, el lateral bielorruso también movió el pie de lanzamiento y su gol no debería haber valido por lo que Kielce debería haber ganado el primer partido de la final.

Un final de temporada duro para el Industria Kielce que también se quedó fuera de La Final Four de EHF Champions League en la tanda de penaltis en Magdeburgo y después de una decisión arbitral que les penalizó y que les podría haber evitado los penaltis.