Quién le iba a decir a la selección española que en su peor torneo desde hace muchísimo tiempo, sufriendo para pasar a cuartos ante Brasil, tiene el camino a la final soñado por cualquiera antes del inicio de los Juegos Olímpicos. Y es que pese a quedar cuartos de grupo nos ha beneficiado mucho el caótico grupo B que ha dejado unos cruces bastante extraños. Una semana antes del inicio de los Juegos nuestras mejores opciones pasaban por ganar a China, Brasil, Polonia y rascar algo ante Croacia y/o Francia. El objetivo principal era evitar la tercera y cuarta plaza del grupo porque nos cruzaba previsiblemente con Alemania y con la vigente campeona de Europa Dinamarca, y en nuestro actual estado era complicar demasiado el asunto. Una vez iniciados los Juegos nos encontramos con que Knudsen se pierde los Juegos y Dinamarca se tambalea sin su estrella, que Islandia y Korea están más fuertes de lo esperado y aprovechan los fallos ajenos, que Alemania pierde el norte con la baja de Hens y se muestra muy débil, que Egipto hace sudar a cualquiera y que de los rusos, como siempre, no te puedes fiar ni un pelo. Por tanto pasamos de un esperado Dinamarca-Alemania y dos más a un Korea-Dinamarca-Islandia-Rusia con Alemania fuera y Dinamarca sufriendo de lo lindo. Casi nada... Mientras en el grupo de España, el A, Francia se muestra intratable, España confirma que sigue a nivel bajísimo, Croacia tiene problemas con la lesión de Balic y que Polonia sigue entonada como en los últimos torneos. Tras la victoria de Polonia sobre Croacia y el empate final entre franceses y polacos quedamos definitivamente en el cuarto puesto evitando en un posible cruce de semifinales a Croacia y Francia. Casi nada... Con todo este lío de equipos, pronósticos, sorpresas, decepciones etc. nos jugamos las semis ante Korea y la posible final ante Polonia o Islandia. Repetimos, nos jugamos las semis ante Korea y la posible final ante Polonia o Islandia. Mientras que por el otro lado del cuadro Francia se juega un puesto en semis ante la peligrosa Rusia y los vigentes campeones y subcampeones de Europa, Dinamarca y Croacia, se jugarán el otro puesto. ¿Qué más se puede pedir? A nivel de cuadro o suerte en los cruces nada, hemos agotado el cupo de suerte para un par de torneos. A nivel deportivo que nuestra selección de la talla, que visto lo visto ya es decir. Un cruce inmejorable pero no todo puede ser perfecto, estamos en un momento muy malo, defendiendo fatal y atacando no mucho mejor. Llevamos un año en el que concentrados podemos ganar a cualquiera como antaño, pero que a una mala cualquier equipo de medio pelo nos tumba con relativa sencillez. Nos puede ganar Korea y nos pueden ganar Polonia o Islandia, pero hay que dejar claro que más sencillo que esta vez no lo vamos a tener. Habrá que esperar un cambio importante en el equipo mañana comenzando desde una defensa que tiene que aumentar muchos puntos de intensidad, dureza y concentración, y mejorando el juego ofensivo que salvo jugadas individuales poco más hacemos. Un cambio muy brusco de un día para otro, pero es lo único que podemos esperar si queremos seguir en la competición. Los jugadores deben de ser conscientes de la oportunidad que se les ha presentado, pueden redimirse de las sensaciones que han dejado en la primera fase y no desperdiciar las opciones de medalla.