Este pasado fin de semana se ha disputado en Madrid una nueva edición de la Copa del Rey de la liga ACB de baloncesto con el Barcelona Borges como campeón por segundo año consecutivo. Una Copa del Rey que se ha convertido en los últimos años en un referente del baloncesto español y europeo, con éxito de asistencia, seguimiento, audiencias en tv y un ambiente excepcional. Detrás de este éxito está el magnífico trabajo de la ACB a la hora de promocionar el evento y sobreponerse del maltrato con el que los medios de comunicación españoles tratan a todo lo que no sea fútbol, el nudo de la corbata de Mourinho, las turbulencias del último viaje de Messi o la última fiesta a la que acudió Cristiano Ronaldo. ¿Cual es la fórmula del éxito? Son varias las claves para la gran repercusión de la Copa del Rey aunque no todas fáciles de extrapolar a un deporte menos seguido como es el balonmano. Desde hace varias temporadas la ACB ha designado como sedes de la Copa del Rey a las ciudades con mayor tirón entre el público y que además cuentan con grandes pabellones para albergar el mayor número de espectadores posibles, sin importar cuantas veces se repita la misma sede. De hecho el aforo mínimo requerido son 10.000 espectadores. Así pues nos encontramos con que en los últimos seis años Madrid ha sido la sede en tres ocasiones, y Vitoria, Malaga y Bilbao una. La capacidad de atraer espectadores de la capital está fuera de toda duda con 3 equipos ACB en la comunidad, sobre todo si Estudiantes se clasifica, además de la facilidad de llegar desde Vitoria, Málaga, Bilbao, Barcelona, Valencia, Valladolid etc. Entre los otros tres anfitriones tenemos a Vitoria y Málaga, que llenan sus pabellones cada fin de semana y movilizan a miles de aficionados para la Copa, sobre todo la del Baskonia que siempre es mayoritaria en cada evento, y Bilbao, con un equipo emergente que ha batido records de aforo en las últimas temporadas llevando más de 12.000 aficionados al Bizkaia Arena. El trabajo de la ACB y los clubes no acaba ahí, durante los cuatro días que dura la Copa del Rey se organizan eventos, los equipos montan carpas, la propia ACB apoya eventos entre aficionados y espectadores etc. Un muy buen trabajo en todas las áreas que da sus furtos. También es importante la cobertura que ofrece TVE centrando su atención esos días en la Copa del Rey, ofreciendo especiales, entrevistas etc. Y cómo no, también es importante el buen nivel del baloncesto español con equipos entre los más poderosos del continente, estrellas mediáticas como Ricky Rubio etc. ¿Cuales son las dicultades de la Asobal? La primera gran pega es la de un número de aficionados menor, sobre todo del Barcelona Borges con un seguimiento paupérrimo para su nivel económico-deportivo. Aun así hay cuidades que viven el balonmano como León, Ciudad Real, Granollers etc.y se debe aprovechar su tirón. El otro grave problema hoy en día son las grandes diferencias entre clubes que hacen menos atractivo el desarrollo de la liga y las competiciones por eliminatoria. La diferencia del Barcelona Borges con el resto de clubes, incluso Ciudad Real, es insalvable, con un presupuesto similar al de la suma de cuatro o cinco equipos de la zona baja(tirando a lo bajo). La presencia del equpo manchego en estas últimas temporadas ha salvado la dualidad en la competición, que se asemeja en la ACB a los dos clubes de fútbol. El problema es que la clase media-alta ha desaparecido, la Asobal carece hoy en día de un Caja Laboral Baskonia, Unicaja Málaga, Power Electronics Valencia o Bizkaia Bilbao Basket, que estén deportivamente mejor o peor y pese a ajustar sus gastos, pueden plantar cara a los grandes equipos. La pasada temporada precisamente el Baskonia le ganó la liga al Barcelona contra todo pronóstico. No hay deporte igual, y de momento no se puede comparar la Asobal a la ACB, como tampoco ésta lo puede hacer con el fútbol, pero hay mucho trabajo por hacer y el camino que ha marcado la ACB es una muy buena referencia para la Asobal si quiere crecer y ganar en importancia. TVE parece que respeta más el balonmano en los últimos meses, y la selección vuelve a ilusionar después de lograr el bronce en el Mundial de Suecia. Es un buen momento para aprovechar.